Hace 2 años les expuse a Virgilio Caballero y a Javier Corral en un foro público sobre 2 urgencias contemporáneas sobre los medios de comunicación de este páis (que ya antes había expuesto a Gabriel Sosa Plata en un correo electrónico y en la reunión del CONEICC en Celaya a directores de carrera), que era la necesidad de que en México se generaran 2 líneas de debate acerca del futuro de los medios y las telecomunicaciones.
La primera es sobre establecer un protocolo de “Neutralidad en la red” en línea, para que los proveedores de datos no le metieran mano a la velocidad o contenidos que uno puede accesar en Internet, a lo que se me contestó de parte de Salma Jalife que se necesitaría una norma técnica para evitar que los proveedores de datos establecieran algún control arbitrareo sobre contenidos a los que uno tiene acceso en la web.
Actualmente, los paquetes de datos se transportan en la conocida regla del “mejor esfuerzo” y no se favorece ni se le da prioridad a ningún sitio sobre otro. Es decir, que el usuario accede al sitio que le parece mejor y punto.
El entorno actual de la neutralidad de la red les permite a las personas acceder al contenido que deseen, sin temor a que sus proveedores de servicios interfieran, esto ha permitido surgir a enormes compañías a partir de la nada como Google, Skype, Facebook o Twitter bajo la única regla del “mejor esfuerzo.
En la medida en que se dan más servicios y aplicaciones, en varias partes del mundo los operadores se inconformaron y han empezado a argumentar que ya no tiene sentido que se les dé tratamiento de igualdad a todas las aplicaciones.
Lo que las compañías proveedoras buscan es instalar una red preferencial de servicios o carriles rápidos para empezar a restringir el acceso de los usuarios de contenidos en la red, esto se sustenta a partir del intento de los proveedores de todo el mundo en intentar derrocar este principio de la red a partir como documentan varias páginas como www.savetheinternet.com, o el blog de google (http://googlepublicpolicy.blogspot.com/search/label/Net%20Neutrality ).
Mi duda de la ausencia de esta discusión estaba justificada, ya que en la lista publicada por la web de Vuze (el principal cliente de bittorrent y descarga P2P del mundo), apareció Uninet S.A. De C.V (Prodigy de México) realizando prácticas de “Traffic Shaffing”, es posible que algunos de estos resultados no sean del todo correcto, problemas de conexión, mala configuración o pocos datos de muestra podrían alterar las cifras y ser esto una simple paranoia; sin embargo, no deja de ser alarmante que no exista una legislación sobre este tema cuando en Europa por ejemplo el “Telecoms Package” obliga a los proveedores de servicios a informar al consumidor cuando se disminuye de forma arbitrarea la posibilidad de acceso a algún sitio o servicio en internet.
Esta falta de legislación paree aún más sospechosa cuando los proveedores de acceso a Internet empezaron a convertirse en generadoras, como sucede aquí en México y cuando esos mismos operadores reciben cada vez más frecuencias donde desarrollar nuevos servicios, incluidas bandas de la CFE en licitaciones en condiciones no tan claras.
Esto lo apunté ese mismo día como mi primera inquietud, a lo que no encontre mucha información con los personajes consultados (entiendo, eran otros años).
Mi segunda inquietud iba sobre el tema de los “White spaces”, o señales libres en el espectro electromagnético que permitirían a cualquiera que posea la infraestructura y quiera transmitir por las señales libres que quedan después del apagón analógico hacerlo.
En Estados Unidos la ley se aprobó, y ahora están a la espera de que se sigan desarrollando nuevos servicios y mayor competencia que llegan a otra etapa con Google TV que promete dar acceso a contenidos web y a indexar la programación de la tv convencional, e intentar aprovechar los espacios que dejó la jurisdicción creada por la FCC.
Mientras aquí seguimos esperando el apagón analógico y algunos concesionarios quieren seguir con sus cantidades de espectros, quieren seguir tenien la dichosa “certeza jurídica", el presidente recula y acomoda la ley de medios a su antojo y los ciudadanos seguimos viendo tranquilo como las cosas se quedan igual.
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